Calle de La Bola, 5. 28013-Madrid
Teléfono: 915 47 69 30
Siempre que viajo a Madrid significa, al menos para mi, empaparme de sensaciones, de entrañables lugares, de historia, de cultura, pero sobre todo de buena gastronomía española.Para los que amamos la gastronomía y la restauración, Madrid es el lugar casi perfecto, si no fuera por tanta contaminación y tráfico, donde podemos encontrar prácticamente cualquier tipo y estilo de cocina.
Desde cocina tradicional o regional hasta el máximo exponente de la creatividad con restaurantes como La Terraza del Casino (Alcalá, 15), comandado por Paco Roncero y asesorado por Ferrán Adriá, El Gastro del afamado Sergi Arola, o el restaurate de Ramón Freixa en el Hotel Único, el Restaurante de 3 estrellas Michelín Diverxo y la nueva apuesta Streetxo en el Experience Gourmet del Corte Inglés en la calle Serrano, de Dabiz Muñoz, con b y z, como a él le gusta que le llamen, o el único japonés con una estrella Michelín, el reconocido Kabuki de Ricardo Sanz, y un largo etc., por nombrar a algunos de los grandes.
Pero eso no significa que los menos grandes o menos conocidos mediáticamente tengan nada que envidiar.El ejemplo es esta taberna-restaurante que según creemos podría cocinar uno de los mejores cocidos madrileños de la capital.
Salimos temprano hacia Madrid con la ilusión puesta en ese cocido que nos esperaba. Había tenido que reservar semanas antes en uno de los dos turnos (hasta las 14 h o hasta las 16 h), y ellos pasados unos días te contestaban positiva o negativamente a la reserva realizada previamente.
Esto ya te da que pensar, es decir, al menos yo me imaginé un lugar muy grande con gran número de mesas y cocido a raudales. Pero después se trata de un lugar mas bien de tamaño mediano pero eso si, con un gran número de mesas muy juntitas unas de otras que te quitan un poquitín de intimidad.
A nosotros nos tocaron al lado unos franceses y eso fue ventajoso para poder explayarnos en los comentarios y bromas sin molestar. El trato del personal de sala fue excelente y simpático y te explicaban cómo se iba a desarrollar la comida y los diferentes "vuelcos" o partes del cocido, la sopa, la carne, los garbanzos, los encurtidos y la verdura, en fin una maravilla. Y comenzamos a comer y a disfrutar cada cucharada de este típico plato y os aseguro que al día siguiente a mi personalmente no me hubiera importado repetir, aunque sea gula.
Así que poco más que añadir, salvo que disfrutamos de un excelente cocido en un emblemático local a rebosar de gente, pero entrañable y por supuesto para repetir, aunque de tarde en tarde, pues ya se sabe, después de una tan copiosa comida hay que digerirla, que no es poco.Bendito Madrid y bendito cocido.
Volveremos sin duda con mucha hambre, para poder hacer honor a esta delicia de la gastronomía madrileña y por ende, española.
Guillermo López Cala
