domingo, 18 de enero de 2015

Mesón Restaurante La Alameda. Jaén.

Calle Adarves Bajos, nº 20. 23001-Jaén
Teléfono: 953 24 36 40

El Mesón Alameda, está situado en la calle Adarves Bajos nº 20, a la espalda del jaenero parque de la Alameda de Capuchinos y unos metros más abajo del convento de las Bernardas. Este local pivota sobre tres aspectos, a mi entender, básicos y que marcan la singularidad de este mesón; ambiente, trato y viandas y sobre estas últimas basaremos esta redacción. Pero no por ello dejaremos de resaltar el ambiente cálido que rezuma el mesón con multitud de fotografías que cuelgan de sus paredes  y que reflejan la historia en imágenes de un mesón que “vivió” muchos años situado en la Alameda comandado por los progenitores de Montse y Eduardo, actuales regentes, tanto monta, monta tanto.
 El trato que nos dan, pendientes de que no te falte detalle alguno, junto a una decoración del local salpicada de motivos andaluces, una música de fondo sin estridencias y una iluminación que te invita a relajarte, hace que clientes y amistades se sientan como en casa.
Si el local pivota sobre estos tres aspectos comentados, la cocina lo hace sobre un género muy tradicional y de alta calidad, me refiero al marisco, los pescados, las carnes, las chacinas pero donde son muy diferentes a todos, es en el tratamiento que le dan a productos del  campo y de huerta, me refiero a los hongos, vegetales y verduras. Visitar el local es tener la “obligación” de probar los boletus a la sidra, la setas de cardo a la plancha o salteadas, las angulas de monte, el revuelto de espárragos trigueros o las alcachofas fritas por poner algunos ejemplos, pero no quiero olvidarme de su famoso revuelto de collejas con piñones.
Respetando los tiempos, Montse te dice “¿Les apetece comer alguna cosilla?”, previamente Eduardo ya te ha preguntado “¿qué les apetece beber?, “¿una cervecilla?”, nos conoce ya y sabe que ese es el inicio. Gran maestría y mimo el suyo traduce cuando “tira” la caña de cerveza a tenor de cómo la presenta, normalmente en copa, también tienen una cuidada selección de vinos centrada en el grupo Matarromera. Una coordinación perfecta entre ambos hermanos manifestada en el “voy” que ambos  dicen para no chocar cuando empujan la puerta que da a los fogones y que abre en ambos sentidos.
Montse ofrece su cocina en un riguroso orden que empieza por el marisco como la gamba blanca o de Garrucha, la nécora, la ostra, el percebe y camarón gallego o las almejas, continua ofreciéndote una caña de lomo ibérico única y un jamón también ibérico, sigue con las verduras antes descritas para continuar con los pescados como el rape, el bacalao, la pescadilla, los boquerones abiertos y sin raspa, los salmonetes de roca o las anchoas en salazón. Termina hablando de la preparación de las carnes como es el caso del entrecot y solomillo de ternera a la plancha o a la pimienta, la presa ibérica con cebolla confitada, el rabo de toro deshuesado, el pincho de cordero lechal, la carrillera estofada al vino tinto, los lomos al Jerez o de orza, las piernas de choto al horno y los medallones como el de carrillera ibérica con espinacas y queso de cabra. Una cocina completísima no descrita aquí en su totalidad pero que da muestra de cómo se emplean entre fogones.
No quiero dejar pasar por alto la tapa que acompaña a la bebida y que sirve de telonera a los platos que pides, una tapa muy elaborada y apropiada, pensada en los rigurosos cambios climáticos de Jaén, lo mismo preparan una ensaladilla de habas, o un salmorejo fresquito en verano, que un potaje de habichuelas con oreja y rabo de cerdo o unos garbanzos  con setas de cardo en invierno.
Terminar con unos postres como la leche frita con helado de fresas, la tarta de Santiago o la calabaza asada a la canela acompañado de una ginebra con tónica adornada con los ingredientes de moda, es un buen colofón a lo que yo llamo un “homenaje” gastronómico para los sentidos cada vez que visitamos el mesón Alameda. Enhorabuena Eduardo y Montse, seguimos viéndonos. Manuel Linares Abad, 2015.

domingo, 11 de enero de 2015

Restaurante Gallego Okafú. Madrid.

Calle de Velázquez, nº 87. 28006-Madrid
Reservas: 915 763 619

Pote gallego

Paseábamos por la calle Velázquez en Madrid en busca de algún restaurante en el que almorzar algo ligero para acometer el viaje de vuelta a casa desde Madrid, tras un intenso fin de semana. Y la casualidad nos hizo pasar de nuevo ante las puertas de este restaurante, que ya habíamos visto el día anterior sin prestarle mucha atención. 

Al ver con más detenimiento que se trataba de cocina gallega, nos hizo rápidamente plantear el probarlo, pues nos encanta Galicia y su gastronomía. La idea era no entrar en marisco, pues ya la economía se resentía, y además intentar tomar algo ligero ya que nos esperaba una larga vuelta en coche, o al menos si nos enredábamos nos apetecía platos tradicionales. Y mira por donde encontramos el lugar ideal, para estos menesteres, aunque de comer ligero nada.
Tortilla estilo Betanzos

Os cuento, el local es muy amplio y su distribución es en tubo, y muy amplio, con una barra a la derecha nada más entrar y a continuación a ambos lados hasta la mitad más o menos del local mesas altas para un ambiente más informal. 

Después el resto del local tiene unas magníficas mesas para comer con más tranquilidad. 
La carta es estupenda al igual que el rápido y amable servicio. Disponen de una surtida bodega con buenos caldos y el ambiente es acogedor y limpio. Nosotros pedimos pote gallego, tortilla estilo Betanzos y carrillada de ternera, que se deshacía nada más mirarla. Un espectáculo. 
Carrillada de ternera
Todo exquisito, y un precio adecuado. Además el pan era tan bueno y tierno que le pedimos unos par de ellos sin corte ninguno para poder disfrutarlo más tarde con una buena mantequilla u otras viandas. El lugar merece mucho la pena, y nos contaba el encargado la peculiaridad de su nombre, que viene al parecer de los antiguos gaiteros llamados cafú o algo así, a partir de ahí el apóstrofe o'cafú por la lengua gallega y posteriormente le dieron un cambio más original quitando el apóstrofe y poniéndole al nombre final la letra k. En fin al parecer esa es la historia, hay gustos y anécdotas para todos. Con toda sinceridad, un restaurante de calidad y precio excelente, muy aconsejable, además tanto la chef como los ayudantes son gallegos y saben lo que se hace. No hay más que ver las fotos. GLC. 

sábado, 10 de enero de 2015

Gastrobar Experience en Corte Inglés de Serrrano. Madrid

Calle Serrano, 52. 28001-Madrid
Teléfono: 914325490

Una de las cosas que más me gusta y relaja es ir al Corte Inglés a la sección de libros de cocina, y pasar un buen rato en busca de alguna buena publicación de técnicas, recetas, chefs, etc. Pero a partir de ahora, además si voy por Madrid por el motivo que sea, tengo una cita añadida en estos establecimientos gracias a su increíble oferta gastronómica. 
Este sábado pasado nos acercamos al que hay en la calle Serrano, en el número 52,  con la intención de buscar algún  chollo de esos en rebajas y mira por donde terminamos cenando en la 6ª planta del edificio en un espacio que denominan Gastrobar Experience. Es una zona de productos gourmet en la linea de esta empresa, que además de exquisiteces ofrece la posibilidad de degustar una alta cocina a un precio muy asequible. 

Su joven chef Daniel Calleja al que pude conocer simplemente porque le comenté al encargado que la cena había sido excelente, y lo llamó, nos contaba que cursó sus estudios de cocina en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid, y que con tan solo 27 años, nos deleitó con una excelente ensalada de huevas y un steak tartar con chile habanero que nos chupamos los dedos. Pero además su carta es de una gran originalidad por estar organizada por grados de temperatura, de cero a 80 grados centígrados de cocción y diferentes tipos de cocina, hasta 30 al menos, con platos como los que ya os he comentado, el ceviche de mero y gamba blanca, o el humus con queso feta, etc. 
Además elaboran platos al momento delante de los comensales en la barra, en una especie de showcooking que esta realmente bien. 
Ensaladilla de huevas
Pero lo curioso fue después de terminar de cenar que nos enteramos que justo en la planta de arriba se inauguraba otro local gastronómico, esta vez de mucha "altura" con el estreno del tan de moda y laureado chef triple estrella Michelín David Muñoz, del galardonado restaurante DiverXo en Madrid, con otra oferta que se encontraba antes en el Corte Inglés de Callao pero que parece ser se quedo en espacio algo pequeño y que se llama StreetXO. 
Steak Tartar
Además junto con una muy pronta apertura de otra oferta gastronómica o "antojería" llamada Cascabel del chef mexicano Roberto Ruiz, quien también posee la primera estrella Michelín en Europa en un restaurante mexicano  me refiero al galardonado restaurante Punto MX, del que Roberto es socio fundador, y que hay que reservar con meses de antelación, siendo actualmente uno de los más reconocidos locales de moda. 
Para colmo también abre allí otro local ni más ni menos que Jordi Roca, su tercer Rocambolesc (hay uno en Girona y otro en Platja d'Aro), que con su imagen decorativa inspirada en  Willy Wonka, y estilo Tim Burton,  ultimará la oferta del Gourmet Experience con sus postres y helados. En fin un auténtico espectáculo. Que pena que siempre este tipo de espacios, (sin desmerecer el resto de lugares de España), se encuentre en las grandes ciudades, tendremos que esperar a ir otra vez a Madrid para alucinar. Por cierto suerte y enhorabuena a tan expléndida propuesta. GLC.

viernes, 9 de enero de 2015

Restaurante Kabuki Hotel Wellington. 1 Estrella Michelín. Madrid

Calle Velázquez, nº 6. 28001-Madrid
Reservas: 915 777 877

Sushi combo
Por fin se cumplía mi deseo de ir a este restaurante (supongo que se lo debo a los Reyes Magos), y la verdad es que desde el principio hasta el fin de la estancia se trató de una mini aventura de placer y estimulación de los sentidos. Estuve con mi señora, y la verdad un poco temerosos de ir a un lugar como este, del que cuentan maravillas, (aunque supongo que como en todo también tendrá detractores, pero por ahora ninguno que yo sepa), pero que te puede costar bastante dinero e igual no se cumplen tus expectativas. El restaurante, tal como todos los locales de Madrid, desde que Gallardón pasó por el Ayuntamiento de la Villa, no posee letreros o luminosos salientes o perpendicular a la fachada, sino que tienes que ir muy a tiro, sabiendo su ubicación para no tener dificultades. Se encuentra un poco más abajo del Hotel Wellington, del que toma su segundo nombre. La entrada es minimalista total, con un amplio salón de entrada en el que se encontraba un precioso diván flanqueado de dos originales lámparas y nada más. 
Sashimi de atún
Nada más llegar a la puerta reconocí a su gurú Ricardo Sanz, de verlo en algún programa de televisión y de fotografías en internet. Estaba hablando con la señorita responsable de reservas. Me presenté y me respondió con una gran sonrisa natural, amable y bonachona que terminó de hacernos sentir cómodos, en un lugar que prometía y mucho, pero que veíamos con respeto.
Comentamos algunas cosillas y con puntualidad inglesa nos ubicaron en la mesa, un agradable silencio, unas luces tenues, y una temperatura muy agradable que nos invitaron a disfrutar de los sentidos. Lo que más echo en falta en los restaurantes es el trato de los profesionales, me parece algo fundamental, para hacerte sentir cómodo y sobre todo para ayudarte a pedir los vinos y la comanda. Siempre he confiado en ellos y no suelo equivocarme con esto, siendo el resultado muy grato en la mayoría de las ocasiones. Y así fue, rápidamente nos rodearon con su simpatía a la par que exquisita seriedad y corrección en el trato.
Tataki de atún
La carta de vinos es extraordinaria y aunque solicité un Albariño, el sumiller nos aconsejó un vino austriaco que mereció la pena. De nombre como es lógico complicado para los que no sabemos austriaco, si puedo deciros que se trataba de un blanco muy agradable, la uva si la anoté y se trataba de la Grüner Veltliner que según algunas webs sobre vinos la catalogan como una uva de origen incierto, aunque al parecer se la ha relacionado con la casta Valtelina de una zona alpina italiana. 
Nos obsequiaron con una tapa de atún exquisito mientras leíamos la carta y decidíamos la comanda, que no sabría describir como estaba ejecutado, pero que dejando volar mi imaginación tenía una textura de atún desmigado que no en tartar, y con unas notas refrescantes. Muy agradable. 
Lógicamente pedimos un variado de makis y nigiris, exquisitos por cierto, que nada tienen que ver con otros muchos japoneses en los que he estado, pues la textura del arroz era impecable, la temperatura y el sabor. Y después para compartir atún y más atún, que es lo que más nos gusta. Cada trozo de atún de la zona llamada toro que te introducías en la boca era un autentico placer, mi plato estaba inspirado, según nos comentaron, en el pan tumaca, pues las finas lonchas de atún estaban espolvoreadas con pan tostado triturado suavemente y acompañaban el emplatado unas notas de tomate. Para mi fue una exquisitez y nunca pensé que esta mezcla pudiese funcionar tan bien. Pero nada que desmerecer el tataki con ralladura de aceituna negra y puré de manzana que pudimos degustar también. 
Cremoso de Yuzu
De postre un cremoso de Yuzu (cítrico japonés de sabor algo parecido a la mandarina, pero que no se suele comer sino que se utiliza para la elaboración de mermeladas, geles y dulces ), acompañado de frambuesas, cuya mezcla era redonda. Pero el problema es que para apreciar del todo esta increíble cocina falta degustar el resto de la amplia oferta gastronómica que Carlos Sanz nos propone, toda una variedad de genialidades y especialidades en ensaladas, sushi, sashimi, pescados, carnes, tempuras y postres, así como su estupenda bodega, que dan para muchos almuerzos y cenas. Estuve a punto de pedir una variedad de carnes del mundo, pero no pude finalmente resistirme a mi debilidad que es el sashimi de atún. La carne me la anoto para otra ocasión. 
A nosotros nos tiene de clientes eso si, una vez al año, pues no está la cosa para florituras. Pero quiero deciros que cenamos increíblemente bien y el precio os sorprendería, aunque eso depende de cada uno y su hambre y recordemos que se trata de una estrella Michelín. Cuando nos despedimos Ricardo se dirigió a nosotros y nos comentó que la próxima vez nos pusiéramos en la barra para observar mejor los procesos culinarios y de emplatado, algo que sin duda y con todo placer haremos si la vida nos trata bien. Gracias Ricardo, esperamos volver pronto y hacernos una foto contigo, pues nos dio apuro molestarte ya que te vimos muy ocupado al frente de la cocina. Felicidades a esa fusión de cocina japonesa y mediterránea que te caracteriza y a la calidad de tus productos. GLC.

martes, 6 de enero de 2015

Restaurante Alambique. Jaén.

Carretera antigua a Granada, km. 338.
23170-La Guardia (Jaén)
Cocina tradicional de calidad


Hablar del Restaurante Alambique, es hablar de cocina tradicional de calidad, con productos de la tierra jiennense que hacen en su conjunto que se trate de una extraordinaria opción para ir a comer.
Masa de morcilla
Pipirrana Jiennense
El lugar es quizás un poco complicado de encontrar si no eres de la zona, pero ya se sabe esto de "preguntando se llega a Roma", y hoy en día con la tecnología, pues sin problemas... 
De todas formas os dejo un mapa. Estuvimos con la familia el día de Reyes y la verdad es que bastante bien, teniendo en cuenta la fecha y que estaban absolutamente a tope. 
Tomamos unos entrantes variados, entre los que estaban la exquisita masa de morcilla, muy suave y que invitaba a poner en las rodajas del magnífico pan que allí te ponen. 
Y que decir de su plato estrella, por lo menos para mi, que es la famosa Pipirrana, plato típico donde los haya de Jaén, que con buenos sopones, más los de la morcilla...
A la par tomamos unas migas de pan, muy bien cocinadas, por cierto que tampoco las ibas a dejar ya que son un verdadero placer.
Cochinillo al horno
Migas y piparras
Las migas es un plato que proviene en su origen de aprovechar los restos de pan duro y era muy típico entre los pastores, este pan que previamente remojas con agua, lo cocinas y le añades chorizo, torreznos o panceta y pimientos, entre otros ingredientes, y se ha convertido en algunas provincias españolas en una exquisitez, eso sí, si está bien ejecutado, pues para eso hay que tener un poco de practica. 
Brownie casero y helado de vainilla
Lo que si nos dejó un poco tristes fue el cochinillo, que aunque estaba bueno, pero quedó seco. Aunque se lo perdonamos por la cantidad de trabajo que tenía la cocina, deben cuidar mucho estos detalles,pues no es un plato barato, y puede fastidiarte la comida.
Eso sí, en otras ocasiones hemos estado en este restaurante y se come una extraordinario lechazo, conejo al ajillo, chuletillas de choto, etc., para morirse. 
Los postres muy correctos, algunos como los que pedimos caseros como las natillas y el brownie con helado de vainilla, que estaba esponjoso y delicioso. Así que en definitiva, un estupendo sitio para comer y disfrutar de buenos productos de la zona de Jaén, eso sí todo carnes en la carta, excepto la posibilidad de pez espada, para aquellos que lo prefieran. GLC. 2015.

lunes, 5 de enero de 2015

Restaurante Café Bar Casa Ángel

Avenida de Granada, (entre el portal nº 7 y 9). 23003 Jaén
Teléfono: 953 276 193



Situado en la avenida de Granada en Jaén capital, en su margen descendiente izquierdo, tiene una cocina tradicional bien elaborada, donde la tapa que acompaña a la caña de cerveza o vaso de  vino no pierde ni un ápice de calidad en su elaboración y buen gusto en relación con la carta de productos que ofrece. 
Trabaja un género amplio en variedad pero en su justa medida, quizás por la alta calidad de lo que ofrece, como es el caso de los productos del mar como la navaja,  la gamba de garrucha,  la gamba blanca, la concha fina  o las riquísimas almejas al ajillo.  
Completa también la carta de carnes donde destaca el rabo de toro,  o las chuletillas de cordero y de choto con una cuidada guarnición como se muestra en la fotografía (Chuletas de choto con pimientos verdes fritos y patatas fritas a puritos). Se trata de un local muy recomendable regentado por un hombre muy experimentado en restauración, y en la cocina su hija Rosa que toma el testigo del buen cocinar de su madre. Enhorabuena. Por Manuel Linares Abad.

INAUGURACION

Hoy nace en el panorama gastronómico un nuevo restaurante que se suma ya a la excelente oferta gastronómica de Jaén. Le deseamos mucha suerte y éxitos a los nuevos restauradores. GLC. 10 de diciembre de 2014