Mesón Asador Leandro
C/ Hoz,3.
23470-Cazorla (Jaén)
¡Vaya día más completo y agradable que pasamos en Cazorla!
Al
inigualable marco de un hermoso pueblo y la amabilidad de sus
habitantes, acogedores y simpáticos, se une ademas la exuberante y
preciosa sierra que rodea este pueblo, así como sus dos castillos, sus
rincones y miradores, sus calles, etc.
Pero todavía hay un plus que a cualquier viajero amante o no de la gastronomía podría interesarle sin duda alguna, y es el Restaurante Mesón Asador Leandro.
El local es muy acogedor con dos ambientes, terraza y salón principal, muy bien decorado con buen gusto, amplias mesas y calidad de mobiliario.
Lo primero que nos agradó fue la propia reserva telefónica que atendió Fátima, una empleada ralmente implicada con el negocio, pues no paró de darnos sugerencias para que la reserva estuviera a nuestro gusto. Pero después al conocerla en persona, todavía mejor, pues rebosaba profesionalidad y agradabilidad por los "cuatro costaos".
El propietario del restaurante, Leandro, igualmente nos trató, no a nosotros, sino a todos los comensales del local con autentica exquisitez y profesionalidad.
Nos aconsejaron desde el principio en la comanda y en lo típico que comer y el resultado es el que os relato a continuación.
Comenzaron ofreciéndonos diferentes tipos de pan (elegimos uno de aceituna y otro de leña) con un excelente AOVE de Cazorla variedad Royal.
Como entrante, nos ofrecieron un tartar de buey en tosta crujiente que fue un excelente inicio para los sentidos, suave a la par que con caracter, y también el típico Rin Ran de Cazorla, que nos pareció sublime por su textura no tan espesa como otros que hemos probado, y además lo sirvieron templado, algo que nos agradó muchísimo y que devoramos con avidez, dado el apetito tras la ruta del sendero del Rio Cerezuelo, que por cierto empieza justo a pocos metros de este restaurante.
A continuación unas croquetas caseras de perdiz escabechada y de espinacas que nos encantaron, primero por carecer del típico exceso de aceite de muchos restaurantes, por su textura y sabor, y además por la forma en su elaboración, además de la presentación. Muy aconsejables.
Después nos ofrecieron un Tartar de trucha de sus rios con tortitas de maíz caseras, en forma de triangulo, ahumado con madera de olivo y hebras de pimiento choricero, y la verdad es que fue otro acierto a sumar, emplatado y presentación magníficos y un sabor que nos encantó.
Los principales, fueron solomillo de jabalí, que nos asombró por su ternura, acompañado con salsa de frutos rojos y setas. A mi particularmente que soy de buen yantar se me quedó un poco corto de cantidad, pero la ración fue correcta y siempre está la posibilidad de pedir otro plato.
Y por otra parte una paletilla a baja temperatura con un golpe final de horno, que la verdad nos encantó. Sabor a raudales de un cordero Segureño denominación de Origen que no tiene nada que envidiar a los productos de otras tierras.
Pero la carta es realmente excelente en cuanto a carnes se refiere, con una curiosa variedad de hamburguesas de primerísima calidad de carne de buey, y por supuesto excelentes carnes al carbón y a la brasa, además de las que degustamos, te ofrecen el solomillo de ciervo, solomillo de buey, el chuletón de buey, chuletillas de cordero segureño, cochinillo segoviano, secreto ibérico, chorizo de ciervo, etc.
Sin duda la excelente dirección de
la chef Dña. Pilar Díaz Nieto nos dejó impresionados, además de estar
acostumbrados a chefs masculinos, me gustaría romper una vez más una
lanza en favor de la falta de reconocimientos a la mujer como chef, algo
que poco a poco debería ir desapareciendo y poner en alza la igualdad en
todos y cada unos de los campos de la gastronomía y de cualquier otro en nuestra sociedad.
El
postre y los detalles que acompañaban, como el té blanco de Revolution,
o el café con la espuma adornada, fue el colofón a una jornada
perfecta, se trataba de un mil hojas de queso con frutas del bosque y un
flan de huevo con textura y forma que recordaba a un Pionono Granaíno.
Excelentes postres.
Sin duda un restaurante para volver en repetidas ocasiones y probar su magnífica y original carta, sin olvidar el trato tan entrañable de todos sus empleados y dueño, además del incomparable marco de la Sierra de Cazorla. Hasta pronto.
Guillermo López Cala
Presidente de SOGAOVE (Sociedad Gastronómica y del Aceite de Oliva Virgen Extra)